Demos rienda suelta a la creatividad y capacidad expresiva para aportar nuestra personalidad
Uno de los nombres más trendy de la escena jazzística actual es el de Mark Guiliana. Se trata de un músico brillante, innovador y vanguardista, cuyo virtuosismo está fuera de toda duda. Con una técnica intachable, una coordinación e independencia admirables, y un control de las dinámicas fuera de lo común, ha sabido ganarse el respeto de los oídos más refinados. También destaca como compositor, contando con 6 discos como líder (además de su participación en decenas de trabajos como sideman).
Uno de los factores que distinguen a Guiliana es su búsqueda incansable de nuevos timbres. Acostumbrado a introducir elementos innovadores en su kit, en este vídeo puede verse cómo ha añadido sonajas metálicas, cadenas y otros elementos a su instrumento. También emplea platos de efecto (con perforaciones alrededor de todo el instrumento) y platos rotos. Superpone también dos platillos en el mismo soporte, para disponer de un elemento deliberadamente sucio y con un sonido cortante. Con todo ello, obtiene una sonoridad que recuerda a la música producida digitalmente, y consigue hacer de su sonido algo único y completamente novedoso.
Lo que debemos aprender de este genio es su intención de hacer de la música algo nuevo y diferenciado; y la manera en que recurre a caminos no explorados para alcanzar esa distinción. Debemos encontrar nuestra propia sonoridad y experimentar con todo lo que se nos ocurra. Sin dejar de pulir los aspectos técnicos de nuestros instrumentos, es importante que demos rienda suelta a nuestra creatividad y capacidad expresiva para aportar nuestro punto de vista personal a este arte infinito que es la música.